viernes, 16 de marzo de 2012

LA FORTALEZA DEL SINSABOR

Tarta de cerezas -                               CAPÍTULO - III

  • El quinto elemento formaba parte de un temible arsenal de especias, licores, aguardientes, hierbas aromáticas, frutos secos, esencias y perfumes que empleaba a discreción y con discreción para sojuzgar y rendir cualquier paladar rebelde.
  • Pero, a pesar de la invencible armada -siempre lista y en orden de combate bajo sus órdenes- de la que disponía a placer y por placer, había una tarta que se le resistía, un bastión inexpugnable de sinsabores -la tarta de cerzas-
  • Antes de continuar, dejemos una cosa clara ¡Claro que podía elaborar una y mil tartas de cerezas, y todas exquisitas! Por desgracia, según agradecido criterio ajeno -al que no acordaba ningún valor-. Pero, pero ... de acuerdo con los estrictos parámetros que regían el suyo propio, era incapaz de crear "la" tarta de cerezas; esa tarta ideal, capaz de perturbar -con la morbidez de la pulpa o la fragancia del guindo- la caverna interior de cualquier filósofo ático.

************
            Próxima entrega:                     Capítulo - IV: EL DOLOROSO QUÉ
************

No hay comentarios:

Publicar un comentario