Ingredientes: (Fácil - T: 30')
- 200g de chocolate negro (55% de contenido mínimo en cacao)
- 50 g de nata líquida
- 25g de mantequilla
Preparación:
- En una cazo, de mango, ponemos el chocolate troceado, y los demás ingredientes.
- Lo colocamos al baño María para que se funda. Y con un batidor de varillas, espátula o cuchara de madera, lo removemos todo bien hasta obtener una crema -ganache- lisa, brillante, homogénea, sin grumos y trabada.
- Sacamos el cazo y dejamos enfriar el -ganache- hasta que se vuelva firme y lo podamos manipular con facilidad.
- Con una cuchara sopera vamos tomando porciones de ganache y con movimientos circulares, de las palmas de las manos, les vamos dando la característica forma de trufa (bola irregular). Las reservamos.
- En un cuenco ponemos varias cucharadas soperas de cacao en polvo y vamos introduciendo las trufas, una a una, para que se impregnen completamente y tomen ya la forma definitiva; listas para ser consumidas.
- Colocamos las trufas en un recipiente hermético y las dejamos enfriar en la nevera para que tomen la consistencia deseada.
NOTAS:
- Las trufas suelen ser bastante saciantes por lo que es recomendable que su tamaño no exceda el de una nuez.
- Si queremos variar el sabor de las trufas, al ganache, le podemos incorporar, algún tipo de licor, café, almendra molida, u otros frutos secos, o confitados, molidos o picados, etc.
- En la elaboración de las trufas, el chocolate juega un papel fundamental por lo que es de suma importancia escoger uno que nos merezca la máxima confianza.
- Si queremos que las trufas tengan una consistencia más ligera, podemos aumentar ligeramente la proporción de nata requerida.
- Las trufas se suelen degustar frías pero no recién sacadas de la nevera.