Ingredientes: (Muy fácil - T: 45'- para 3 comensales)
- 1 kg de mejillones, frescos, limpios y listos para usar
- 1 puerro cortado
- 3 vasos de agua + 1 vaso de arroz
- aceite de oliva
- algo de pastilla de caldo de pescado, azafrán / colorante (optativos)
Preparación:
- En una cazuela holgada calentamos el aceite y rehogamos el puerro durante unos minutos hasta que se ablande.
- Añadimos los mejillones, los sacudimos, tapamos la olla y los dejamos abrir a fuego lento.
- Sacamos todos los mejillones de la olla y reservamos.
- Añadimos los 3 vasos de agua y llevamos a ebullición.
- Dejamos cocer durante unos minutos, y mientras tanto...
- ... seleccionamos aproximadamente un tercio de los mejillones -obviamente los menos vistosos- nos quedamos con su carne y los incorporamos al caldo. En cuanto al resto de los mejillones los dejamos con la concha a la que están adheridos y eliminamos la otra. Reservamos.
- Con una batidora eléctrica trituramos el contenido de la cazuela, los mejillones, el puerro y el caldo hasta obtener una crema muy líquida y uniforme.
- Levamos a ebullición y probamos el caldo. En función del sabor añadimos entre media y una pastilla de caldo de pescado desmenuzada. Ponemos el arroz y dejamos que se haga a fuego lento unos 17'.
- Poco antes de finalizar la cocción, incorporamos los mejillones que teníamos reservados. Mezclamos bien, apagamos el fuego, dejamos reposar el arroz unos minutos y servimos sin más espera.
NOTAS:
- ¿Por qué a la belga? Es obvio que los belgas no cultivan arroz, pero en el momento de probar este plato, la primera imagen que me ha pasado por la cabeza ha sido, Bélgica.
- Si los belgas tuviesen un plato nacional de arroz no hay duda de que sería éste. Este es un arroz que debería ser de oferta obligatoria en la carta de cualquier restaurante belga celoso de su reputación.
- En realidad la receta me la dio JMa y es un arroz de por aquí. Pero como por estos pagos vamos sobrados de arroces, no se enfadará si por una vez le regalo el título de la receta al país de la capital de Europa.
- Esta receta podría servir de base a innumerables variaciones en las que el cocinero/a podría volcar toda su creatividad . Me explico;
- Los mejillones son uno de los ingredientes estrella de la oferta gastronómica belga. Se preparan de todas las maneras imaginables. Así pues para ir obteniendo las diferentes recetas de arroz a la belga bastaría con respetar la secuencia de la receta original pero cambiar el ingrediente -puerro en este caso- por cualquier otro, respetando, eso si, todos los demás. Así pues cada receta de mejillones llevaría asociada su correspondiente plato de arroz.
- Volviendo a la parte técnica. Este arroz no presenta ninguna dificultad, su elaboración está al alcance de cualquier principiante y sin embargo el resultado es un arroz que parece salido del savoir faire de un profesional.
- Queda un arroz meloso en boca, marino, muy agradable de sabor y textura.
- La primera vez que lo preparéis, por favor, respetad la secuencia, luego ya podéis rectificar el tiro a gusto del consumidor. A la receta no le falta ni le sobra nada.
- Los mejillones, durante su cocción, sueltan un caldo bastante salado es por ello que la sal no se utiliza en esta receta. Yo he utilizado media pastilla de caldo de pescado para perfilar el sabor y un toque de azafrán para realzar el color; y punto.
- Si algún cocinero belga ha leído la receta y se decide a incluirla en la carta de su restaurante le garantizo que arrasa....de nada!