- 3 calabacines medianos
- 2 cebollas medianas
- 3 huevos
- 1 bote pequeño de nata
- un trozo de queso Gruyère rallado
- aceite, mantequilla
- sal y pimienta, nuez moscada rallada (optativo)
Preparación:
- Lavamos, secamos y limpiamos los calabacines. Los partimos en cuatro y los laminamos fino.
- Laminamos fina la cebolla y la rehogamos con el aceite en una sartén grande. Damos unas vueltas y agregamos los trocitos de calabacín. Los dejamos sudar a fuego suave hasta que empiecen a estar blandos, removiendo regularmente para que no se requemen. Salpimentamos.
- Mientras, batimos los huevos en una ensaladera grande con un poco de sal y pimienta. Agregamos la nata, la nuez moscada (un suspiro), el queso rallado y mezclamos bien.
- Incorporamos las verduras y trabamos todo.
- Lo pasamos a una fuente de hornear holgada y lo introducimos en el horno precalentado a 180º. Y distribuimos por encima unos trocitos de mantequilla.
- Proseguimos la cocción hasta que la preparación presente una consistencia de tortilla; firme, cuajada y dorada por encima (max. unos 40').
- Servimos solo o como guarnición de carnes o pescados.
NOTAS:
- Se puede reducir la cantidad de nata y suplirla con leche para hacer el plato más ligero.
- Se le puede dar al flan un toque exótico, muy agradable, incorporandole unas hojas frescas de albahaca muy picadas. El sabor es un poco sorprendente, pero muy agradable y refrescante
- Los trocitos de mantequilla pueden añadirse solo unos minutos antes de sacarlo del horno, lo que dará al flan una costra brillante y dorada.
- Las sobras se pueden aprovechar frías, cortadas a tacos, con un acompañamiento de charcutería.