- 1 kg de albaricoques
- 750g de azúcar
- una vaina de vainilla (opcional)
Preparación:
- Limpiamos y partimos los albaricoques en dos mitades eliminanado las partes leñosas o estropeadas. Laminamos cada mitad.
- Pesamos los albaricoques y los pasamos a una cazuela holgada de vidrio o loza esmaltada.
- Por cada kilo de fruta añadimos unos 750g de azúcar. Un poco menos si los albaricoques están muy maduros o un poco más en caso contrario. Mezclamos bien y dejamos macerar un día entero...
- ... tras lo cual pasamos la fruta con su jarabe a una cazuela apropiada...
- ... y llevamos a ebullición, a fuego fuerte, sin dejar de remover. Bajamos el fuego y continuamos cociendo la mermelada unos 15' o poco más, sin dejar de remover con una cuchara grande de madera.
- En cuanto observemos que la mermelada que gotea de la cuchara de madera empieza a tirar y formar hilo, es el momento de parar la cocción...
- ...y poner la mermelada en tarros de cristal que cerraremos inmediatamente y colocaremos boca abajo hasta que hayan pasado unas horas y este a temperatura ambiente.
- Damos la vuelta a los tarros y los guardamos para su consumo a lo largo del año
- Si decidimos utilizar la vaina de vainilla la añadiremos a los albaricoques, previamente partida en cuatro, junto con el azúcar.
- No todos los albaricoques son apropiados para la mermelada. Hay que descartar los de principio de temporada de color marfil. Los mejores son los albaricoques de color subido.
- La mejor mermelada se consigue con los albaricoques de variedades ácidas.
- Esta receta sirve también para preparar mermelada de ciruelas en todas sus variedades... aunque las claudias son un poco especiales... Continuará....
- Si una vez cerrados los tarros de cristal los colocamos, en caliente, boca abajo, conseguiremos que se produzca el vacío; logrando un perfecto sellado aséptico. Con este procedimiento no hace falta esterilizarlos al baño María. Eso sí, los tarros deben estan perfectamente limpios y las tapas deben cerrar herméticamente.