Ingredientes:
- un buen chorro de salsa de soja
- un vasito de vino tinto
- una cucharada sopera de azúcar
- un buen trozo de mantequilla
Preparación:
- En un cazo de fondo grueso ponemos al salsa de soja, el vino tinto. Mezclamos
- Y añadimos el azúcar
- Llevamos a ebullición, bajamos el fuego y dejamos que el líquido se evapore y la salsa empiece a espesar y caramelizarse, adquiriendo una textura de miel espesa
- Apagamos el fuego y añadimos la mantequilla. Removemos suavemente para que la mantequilla fundida se vaya ligando con el caramelo hasta obtener una salsa homogénea y brillante.
- Y ya está lista para usar
NOTAS:
- Esta salsa está especialmente indicada para despertar el sabor de las verduras cocidas, bien sea al vapor, salteadas o a la plancha.
- Le da un toque oriental, muy agradable, al sabor de las verduras y consigue que se las coman -con gusto- personas que, por principio, las detestan bajo todas sus formas
- Está también muy indicada para potenciar el sabor de las salsas preparadas para acompañar carnes. Y sustituye, sin desmerecer en absoluto, las reducciones de vinagre de Módena o de Pedro Ximénez, con la enorme ventaja que supone la evidente economía de dinero y de tiempo.
- Una vez utilizada, la salsa que sobre, la podemos guardar en un tarro de cristal cerrado, en la nevera. Se conserva bastante tiempo. El frío la vuelve compacta, eso no es problema ya que en contacto con el calor vuelve de nuevo a tomar su consistencia original.
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