miércoles, 7 de noviembre de 2012

Lomo empanado

Ingredientes:
  • chuletas de lomo
  • pan rallado
  • 1 huevo
  • ajo + perejil picados
  • aceite en abundancia, sal
Preparación:
  1. Con ayuda de un cuchillo afilado damos dos o tres cortes profundos, de 2 ó 3 cm,  en los laterales de cada chuleta. Salamos.
  2. En una ensaladera holgada batimos el huevo con el ajo y el perejil picados.
  3. Incorporamos las chuletas una a una dándoles la vuelta, de manera que se impregnen bien por toda su superficie.
  4. Vamos sacando las chuletas y las vamos colocando en un plato llano en el que habremos puesto el pan rallado. Les damos la vuelta y apretamos suavemente con la plama de la mano, de manera que el pan rallado se pegue y recubra las dos caras de cada chuleta. Las vamos pasando a una bandeja hasta que estén todas empanadas.
  5. Calentamos aceite hasta que alcance la temperatura adecuada (cuando un ajo partido, en la sartén, empiece a dorarse intensamente). Entonces vamos colocando las chuletas y friéndolas por tandas, sin que se solapen, hasta que se agoten.
  6. Servimos inmediatamente, solas o acompañadas de guarnición al gusto.
NOTAS: 
  • El motivo de dar cortes laterales en las chuletas es para que éstas no se abomben al freírlas, provocando zonas en las que la carne  se queda ligeramente cruda o poco hecha. 
  • Al sacar las chuletas de la sartén las podemos dejar unos momentos sobre  unas hojas de papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  • Una variante consiste en pasar las chuletas por harina en vez del pan rallado. En este caso tendremos chuletas de lomo a la romana.
  • Si queremos darle a las chuletas un toque exótico de sabor, podemos poner algún tipo de especia (al gusto) con el huevo batido
  • También podemos mezclar el pan rallado con queso rallado, almendra molida o algún otro fruto seco. En este caso prescindimos del ajo y el perejil. Se consigue un sabor muy agradable y original.
  • Es frecuente que sobre un poco de huevo batido con el ajo y perejil. Podemos añadirle un chorrito de leche y una cucharada de harina. Mezclamos bien para que todo quede trabado y sin grumos y freímos esa tortilla por las dos caras hasta que quede bien dorada. La servimos en porciones para que cada comensal se sirva a su gusto. Está deliciosa.

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