jueves, 22 de marzo de 2012

NO INTERRUMPAN AL COCINERO

Tarta de cerezas -                                   CAPÍTULO - VIII


  • Y ella -hasta ese momento- la víctima propiciatoria, sumisa y muda, inmolada en el ara del tálamo en aras del tal, la convidada de piedra en este auto sacramental, bebería su cáliz hasta la hez y asumiría gozosa su papel estelar -de protagonista- intenso, glorioso y breve.
  • Pero, debía actuar ya, con precisión y sobre todo celeridad.
  • Y entonces con la maestría alcanzada tras largos años de callada práctica, alargó suavemente los brazos hasta acoplar perfectamente la concavidad de sus manos a la convexidad de las nalgas ajenas. Estiró los dedos, evitando las zonas pilosas y apergaminadas de la piel, hasta alcanzar el valle sin vello que marca la frontera donde cohabitan, en perfecta armonía, muslos con glúteos. Y una vez allí, dispuso en perfecto orden de ataque las falanges de su ejército manual. Las encorvó sutilmente, hasta darles el ángulo óptimo de penetración, y , con toda la rabia acumulada por el qué que la atormentaba y la mala uva almacenada, fruto de la amarga frustración secretada por el frondoso, pero estéril, cocus interruptus; le clavó, con precisión quirúrgica, sus afiladas uñas de gata encelada, con pasión y sin compasión, en las partes más tiernas, nobles, sensibles y turgentes de su trasero.
  • Y no soltó prenda hasta que el dolor en las yemas de los dedos se le hizo insoportable.


NdT:   cocus interruptus  : cocinero interrumpido en pleno  opus   de forma totalmente intempestiva y fortuita

NdT de la NdT:    opus   : labor


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      Próxima entrega:   Capítulo-IX : EL TEOREMA DE LA CUERDA VIBRANTE
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