- una pintada entera limpia, lista para asar
- dos trufas frescas o en conserva
- unas lonchas de panceta curada de cerdo / tocino ibérico
- aceite, sal, pimienta recién molida, un chorrito de coñac o similar y un poco de agua
Preparación:
- Introducimos en la pintada las trufas laminadas. Espolvoreamos el interior con, sal y pimienta y lo regamos con un poco de aceite.
- La colocamos sobre la fuente de hornear en la que la vamos a asar y la regamos generosamente con el aceite untándola bien con las manos.
- Salpimentamos pechugas, muslos, y alas, las cubrimos con las lonchas de panceta y colocamos la pintada boca arriba lista para asar. La regamos con un poco más de aceite, el coñac y un chorrito de agua.
- Introducimos la bandeja en el horno precalentado a 180º y asamos sobre 1h 30' o hasta que el conjunto adquiera un bonito color dorado.
- De vez en cuando podemos abrir el horno y darle la vuelta a la pintada para que se tueste uniformemente por arriba y por abajo. Y también podemos, con ayuda de una cuchara, regarla con los jugos de su cocción.
- Unos 10' antes de finalizar el asado, retiramos las lonchas de panceta y podemos colocar varios trozos de mantequilla sobre las pechugas y los muslos de la pintada para que tomen un color más pronunciado y reforzar el sabor de la salsa
- Una vez asada, conviene dejarla reposar unos minutos en el horno entreabierto y apagado para que la carne se asiente.
- Trinchamos la pintada, justo en el momento de servir, en la bandeja de asar para recuperar todos los jugos y obtener con ellos, rascando bien la costra caramelizada de la bandeja, un fondo de cocción.
- Con un colador filtramos el fondo y lo reducimos unos minutos a fuego medio, si vemos que hay demasiado caldo. Si queremos obtener una salsa más ligera eliminaremos parte de la grasa que flota. Añadimos las láminas de trufa y ya tenemos lista la salsa de acompañamineto
- Servimos la pintada troceada en una fuente de servir, acompañada de la guarnición: arroz blanco, tres delicias, champiñones, judías verdes, espárragos, guisantes, etc. y la salsa del asado en salsera aparte
NOTAS:
- Con la carcasa de la pintada y los trozos menores que generalmente sobran, se puede confeccionar en una olla exprés, añadiéndole agua, unas verduras y un hueso de jamón, un caldo básico muy sabroso y delicado que puede servir para elaborar un consomé o cualquier tipo de sopa al gusto.
- Los restos de pintada fría. con una ensalada verde, pepinillos encurtidos y una mayonesa a la mostaza constituyen de por sí un plato principal muy refrescante, especialmente en verano
- La salsa que ha sobrado, previamente colada para eliminar impurezas, reducida y desengrasada, puede servir para aderezar, con mucho nivel, cualquier tipo de pasta. Ideal para una cena.
- Con trufas frescas la diferencia de sabor y precio es notable. Aunque con trufas en conserva o incluso sin ellas el resultado es exquisito.
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