jueves, 31 de enero de 2013

Pintada al hono

Ingredientes: (Elaborada - T: unas 2h)
  • una pintada entera limpia, lista para asar
  • dos trufas frescas o en conserva
  • unas lonchas de panceta curada de cerdo / tocino ibérico
  • aceite, sal, pimienta recién molida, un chorrito de coñac o similar y un poco de agua
Preparación:
  1. Introducimos en la pintada las trufas laminadas. Espolvoreamos el interior con, sal y pimienta y lo regamos con un poco de aceite.
  2. La colocamos sobre la fuente de hornear en la que la vamos a asar y la regamos generosamente con el aceite untándola bien con las manos.
  3. Salpimentamos pechugas, muslos, y alas, las cubrimos con las lonchas de panceta y colocamos la pintada boca arriba lista para asar.  La regamos con un poco más de aceite, el coñac y un chorrito de agua.
  4. Introducimos la bandeja en el horno precalentado a 180º y asamos sobre 1h 30' o hasta que el conjunto adquiera un bonito color dorado.
  5. De vez en cuando podemos abrir el horno y darle la vuelta a la pintada para que se tueste uniformemente por arriba y por abajo. Y también podemos, con ayuda de una cuchara, regarla   con los jugos de su cocción.
  6. Unos 10' antes de finalizar el asado, retiramos las lonchas de panceta y podemos colocar varios trozos de mantequilla sobre las pechugas y los muslos de la pintada para que tomen un color más pronunciado y reforzar el sabor de la salsa
  7. Una vez asada, conviene dejarla reposar unos minutos en el horno entreabierto y apagado para que la carne se asiente.
  8. Trinchamos la pintada, justo en el momento de servir, en la bandeja de asar para recuperar  todos los jugos y obtener con ellos, rascando bien la costra caramelizada de la bandeja, un fondo de cocción.
  9. Con un colador filtramos el fondo y lo reducimos unos minutos a fuego medio, si vemos que hay demasiado caldo. Si queremos obtener una salsa más ligera eliminaremos parte de la grasa que flota. Añadimos las láminas de trufa y ya tenemos lista la salsa de acompañamineto 
  10. Servimos la pintada troceada en una fuente de servir, acompañada de la guarnición: arroz blanco, tres delicias, champiñones, judías verdes, espárragos, guisantes, etc. y la salsa del asado en salsera aparte
NOTAS: 
  • Con la carcasa de la pintada y los trozos menores que generalmente sobran, se puede confeccionar en una olla exprés, añadiéndole agua,  unas verduras y un hueso de jamón, un caldo básico muy sabroso y delicado que puede servir para elaborar un consomé o cualquier tipo de sopa al gusto.
  • Los restos de pintada fría. con una ensalada verde, pepinillos encurtidos y una mayonesa a la mostaza constituyen de por sí  un plato principal muy refrescante, especialmente en verano
  • La salsa que ha sobrado, previamente colada para eliminar impurezas, reducida y desengrasada, puede servir para aderezar, con mucho nivel, cualquier tipo de pasta. Ideal para una cena.
  • Con trufas frescas la diferencia de sabor y precio es notable. Aunque con trufas en conserva o incluso sin ellas el resultado es exquisito.

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